SALVAR 300 VIDAS AL AÑO ES POSIBLE SI SE INVIRTIERAN 1.800 MILLONES DE EUROS EN MEJORAR LAS CARRETERAS SECUNDARIAS, QUE SUPONEN CERCA DEL 90% DE LA RED ESPAÑOL

IMPLANTAR MEDIDAS DE BAJO COSTE COMO MÁS BARRERAS DE SEGURIDAD EVITARÍA HASTA EL 47% DE LOS FALLECIDOS POR SALIDA DE VÍA QUE SE PRODUCEN EN ESTE TIPO DE CARRETERAS

  • La alta siniestralidad vial en este tipo de vías constata la necesidad urgente de invertir más en mejorar el nivel de seguridad de estas infraestructuras.
  • Fundación MAPFRE y la Asociación Española de la Carretera (AEC) han calculado el porcentaje de siniestros que podrían evitarse si se aplicaran medidas concretas de bajo coste en este tipo de vías.
  • Es la investigación más detallada de los últimos años para cuantificar la inversión necesaria e identificar las iniciativas más urgentes.
  • Los expertos recomiendan revisar a la baja los límites de velocidad en las vías convencionales más estrechas y mejorar el cumplimiento de los límites existentes.                                                           
  • En España, entre 2019 y 2023 se ha reducido únicamente un 1% la tasa de víctimas mortales en siniestros de tráfico, según la Comisión Europea.

Si se invirtiese 1.800 millones de euros en mejorar el estado de las vías convencionales, las más comunes en la red de carreteras de España, podrían evitarse hasta 300 vidas al año y más de 800 heridos graves por siniestros de tráfico. “Se trata de una inversión que puede parecer elevada, pero que lleva asociado un retorno socioeconómico incuestionable en un plazo de tiempo muy corto, entre 2 y 4 años. La prevención es la inversión más rentable, pero reducir al máximo el número de víctimas mortales y graves a coste cero no es realista. No invertir, o invertir poco supone miles de tragedias al año”.

Así lo ha subrayado esta mañana Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, durante la presentación de las conclusiones del informe ‘Cómo salvar 300 vidas al año en España. La contribución de las carreteras convencionales a la mejora de la seguridad vial con medidas de bajo coste’, elaborado por esta entidad en colaboración con la Asociación Española de la Carretera (AEC).

Dicha investigación, que permite cuantificar la inversión necesaria, identificar soluciones efectivas y analizar los retos actuales para mejorar este tipo de vías, se ha presentado en el marco del encuentro internacional, ‘Salvando vidas en las carreteras rurales’, que ha inaugurado Pere Navarro, director general de la DGT, Juan Pedro Fernández, director general de Carreteras del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (DGC), Walter Eichendorf, presidente del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC), y Sandra García, Toyota & Lexus Corporate & Hydrogen Senior Manager de Toyota España.

El informe demuestra que, aunque las carreteras de alta capacidad (autovías y autopistas) son las que más tráfico soportan (65% del total), actualmente, 3 de cada 4 fallecidos en siniestros viales (cerca del 70%) se produce fuera de las ciudades, y alrededor del 50% del total anual procede de incidentes que tienen lugar en vías convencionales, es decir, aquellas que cuentan con un solo carril por cada sentido de circulación, y que representan el 89% de los kilómetros de la red viaria española.

Estas cifras constatan la necesidad inmediata de invertir en este tipo de  carreteras y contribuir así a reducir las inaceptables cifras de siniestralidad existentes y alcanzar el objetivo cero de víctimas mortales y graves al que Europa se ha comprometido para 2050”, ha indicado el director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, quien ha destacado, que el informe es “el más detallado, cuantificado y concreto que se ha elaborado en España en los últimos tiempos”, y que supone “sólo el principio de un camino que hay que recorrer lo antes posible, ya que la resignación frente al estancamiento actual en la reducción de fallecidos en las carreteras españolas no puede ser una opción”, ha indicado.

Barreras de seguridad, guías sonoras y más iluminación

El informe proporciona las medidas más efectivas, todas de bajo coste, así como el número de siniestros graves y mortales que podrían evitarse si se llevaran a cabo en los diferentes tipos de vías convencionales incluidas en la red principal de carreteras, red intermedia y red local.

El estudio destaca que las salidas de vía por la derecha y por la izquierda, así como el choque frontal y el fronto-lateral y los atropellos a peatones son los siniestros más frecuentes en este tipo de vías y representan el 69% de los incidentes con víctimas, el 89% de los siniestros con algún fallecido y el 81% en los que hay heridos hospitalizados.

Para evitar salidas de vía por la derecha, por ejemplo, el estudio propone medidas de bajo coste, como la instalación de barreras de seguridad, especialmente para reforzar la seguridad de los usuarios más vulnerables, como los motoristas, medida que contribuiría a reducir hasta el 47% de las lesiones estas carreteras. También destacan las guías sonoras longitudinales, que contribuirían a reducir hasta el 21% de las lesiones en este tipo de vías, así como captafaros reflectantes, también denominados “ojos de gato”, elementos clave en la señalización de las carreteras porque contribuyen de forma decisiva a mejorar la visibilidad de los conductores y a reducir la siniestralidad, en concreto un 37%. Destacan, además, otras como el uso de pavimiento antideslizante en curvas o en intersecciones (-35% de siniestralidad), más líneas sonoras de borde (-21%) y más balizas o cebreados en los arcenes (-13%).

Atropellos y peatones

Los siniestros por atropello a peatones también podrían reducirse, en concreto hasta un 60%, si se implantaran medidas de bajo coste, como reforzar la iluminación a lo largo de los tramos próximos a las vías urbanas, así como incorporar sendas peatonales (-75%) y arcenes o espacios compartidos para viandantes (-70%), según indica el estudio. Sugiere, además, otras iniciativas dirigidas a reducir los siniestros que se producen en vías con ciclistas, como seguir reforzando la señalización que permita advertir de su presencia, tanto fija como dinámica, y la red de rutas ciclistas seguras de tramos con alta circulación de ciclistas, así como utilizar pinturas antideslizantes.

Cumplir con las normas de tráfico es clave para reducir la siniestralidad, según apuntan los autores del informe, que ponen de manifiesto que, por ejemplo, respetar los límites de velocidad reduciría la mortalidad en un 20%, aproximadamente, y que usar el cinturón habría evitado al menos el 10% del total de víctimas mortales durante la pasada Semana Santa. “El debate sobre los límites de velocidad en las carreteras convencionales más estrechas está permanentemente abierto y el Consejo de Seguridad Vial alemán (DVR), por ejemplo, acaba de proponer un nuevo límite de 80 km/h en dichas vías estrechas”, ha apuntado Jesús Monclús, quien ha hecho hincapié en la importancia de “revisar a la baja los límites de velocidad en las vías convencionales más estrechas y mejorar el cumplimiento de los límites existentes”.

Más fallecidos en carreteras secundarias

Según los datos provisionales a 24 horas de la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2023, un total de 849 personas perdieron la vida en siniestros que tuvieron lugar en vías convencionales, 21 personas más que en 2022, mientras que, en vías de alta capacidad, autovías y autopistas, los fallecidos disminuyeron respecto al año anterior, concretamente perdieron la vida 296 personas, 24 menos que en 2022.

En términos generales, y según la Comisión Europea, en España, entre 2019 y 2023 se ha reducido únicamente un 1% la tasa de víctimas mortales en siniestros de tráfico, lejos de otros países como Bélgica, que en dicho periodo de tiempo ha logrado una reducción del 22%, Dinamarca (20%) y Finlandia (17%).

Según la DGT, la salida de la vía sigue siendo el tipo de siniestro que más pérdidas de vidas registra, con 486 personas en 2023, lo que representa el 42% del total de víctimas mortales provisionales en carretera. En cuanto a las colisiones frontales, otro de los siniestros más comunes, durante el año pasado se redujeron en un 9% los fallecidos: 225 en 2023, frente a los 246 del año anterior.

Con estos datos, Fundación MAPFRE y la Asociación Española de la Carretera (AEC) creen que es necesario analizar con mayor detalle las circunstancias concretas en las que se producen los siniestros en cada tipo de vía, así como proponer las soluciones más adecuadas en cada caso. Ambas entidades reafirman, además, la necesidad de impulsar una investigación técnica más exhaustiva de los siniestros muy graves y mortales, y prestar atención especial a aquellos con usuarios vulnerables, como peatones, ciclistas y motoristas.

Puedes descargarte el informe completo:

https://documentacion.fundacionmapfre.org/documentacion/publico/es/media/group/1124199.do